
Un día en un taller de narración, una conocida contadora argentina hizo la siguiente pregunta:
- ¿Si tuvieran que sentarse a la sombra de un árbol, cuál escogerían?.
Pronto el aula se llenó de troncos centenarios e imágenes frondosas. Tras escuchar todas las respuestas, la contadora se volvió hacia la hija de uno de los asistentes al curso:
- ¿Y tú?, le preguntó.
- ¿Yo?, dijo la niña. Yo me sentaría a la sombra de un cuento.
La narradora sonrió divertida.
- Pero eso no vale, un cuento no es un árbol.
- No veo por qué, mis cuentos tienen más hojas que un abedul en invierno.
Y para corroborar sus palabras, sacó de la mochila un cuaderno de hojas verdes, cada una con una historia.
Bonita historia, ahora cuando me den las vacaciones aver si lo puedo pillar..
ResponderEliminarBesicos Loli