LA POESÍA
Y FUE a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme.
No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni
cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde
una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los
otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin
rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca
no
sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi
alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo
solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea
vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no
sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y
abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra
perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche
arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran
vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte
pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el
viento.
Pablo Neruda
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